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Primera entrada

Ella es extraordinaria. Siento la dopamina correr por todo mi ser al pensar y estar con ella. Ha sido bastante complicado. Pedos mentales por aquí, pedos mentales por allá. Prefiero que se olvide todo eso. El ahorita es lo importante. Sus miradas y abrazos son lo importante. Sus canciones y sonrisas nerviosas son lo que cuenta.


Podría dar todo por ella, estoy seguro. Complacer sus deseos. Ser su confidente, su compañero, su alma gemela. Que yo sea su hombro de llanto. Que sus preocupaciones las tire por la borda porque sabe que cuenta conmigo y yo con ella.

Quiero que sea mi Sol, mi Luna, mis poemas, mis canciones. Quiero ser sus mañanas que explotan, sus tardes solitarias, sus noches oscuras.

¿Estaría ella dispuesta a poder amarme así como yo podría amarla?

Convertir sus ven en mí lanzando piedritas a su ventana para escaparnos todas las tardes. Convertir mis sueños en recuerdos. Hacernos adictos a nuestros tactos, nuestros abrazos, nuestros besos, nuestras miradas.

Este es mi pobre concepto del amor.

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