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Vigésima séptima entrada

Si este año solo pudiera leer un libro, sería

Después de echar una mirada a la pila de mis libros favoritos y preguntarme si este año pudiera leer solo un libro, me fue irresistible abalanzarme sobre La verdad sobre el caso Harry Quebert de Joël Dicker. Lo compré a principios de mes y no le saqué la nariz por una semana. Las noches que me observaron leerlo se aliaron al insomnio y los sueños vívidos, manteniéndome inmerso, atónito con cada nueva pista que le daba otro rumbo a la historia, que era desbaratado después por indicios de páginas siguientes. Un caos que se desenmaraña con la sensación de avanzar en la investigación al ritmo de Marcus Goldman y el teniente Gahalowood, o quizá más rápido por las suposiciones que uno puede hacer y Marcus corrobora en seguida. Los falsos rastros son lo que más estrujan los sesos, pues le dan esa latencia que el caso permanecerá sin resolver. No está de más mencionar los consejos entre líneas acerca de cómo escribir una obra maestra y cómo combatir lo que llama “la enfermedad del escritor” que el autor, en voz de Harry Quebert, nos regala. Por último, la historia de amor entre Nola y Harry que provoca suspiros largos.

Léase también en Resortera: http://resortera.mx/index.php/blog/235-un-libro-para-el-2015

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