Volví, sí. Pero no a cantarle a la luna o a las nubes.
Regresé para regalarte mis aviones. A cambio sólo acurrúcate en mi hombro y duerme.
Regresé para regalarte mis aviones. A cambio sólo acurrúcate en mi hombro y duerme.
Somos quienes escriben cuando no nos ven.
Comentarios
Publicar un comentario