El agua fluía incesante mientras ella observaba desde la ventana. O ella observaba desde la ventana mientras el agua fluía incesante.
Fluía con fuerza, chocando contra las piedras con tal energía que éstas gritaban, se quejaban aullando como si fuera cesio-137 el que corrompiese su estructura molecular.
De un solo tiro, de una sola palabra, decenas de esperanzas fueron destruidas. Y el agua incesante. Y ella observando desde la ventana, salta.
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